Si Enrique VIII hubiese siquiera imaginado lo hábil y astuta que iba a ser su hija Isabel, a quien desdeñó desde su nacimiento, creo que el destino de muchas personas habría sido distinto, incluyendo el de Ana Bolena.
Isabel 1 de Inglaterra llego al mundo el 7 de septiembre de 1533. Nació de la unión nada convencional del rey Enrique VIII y la cortesana y luego reina, Ana Bolena. Cuando Isabel nació fue una completa decepción para el rey, puesto que el ansiaba un heredero varón. En esos tiempos una mujer no era tomada en serio como para sacar adelante una nación, por lo tanto, se esperaba un heredero al trono para asegurarse de que su linaje prevaleciera. Cabe anotar que, el rey ya tenia una hija con su primer esposa Catalina de Aragón, María. Isabel fue bien recibida por su madre Ana Bolena, quien la amo desde el primer momento, pero sabía lo que se venía al no haber parido a un varón como se esperaba, además que ella misma se lo había prometido a Enrique en su afán por retenerlo.
Cuando Isabel cumplió tres años su madre ya había sido decapitada por orden de su padre, el rey. Cuentan que el rey Enrique era cariñoso con sus hijos y que en realidad los quería, sin embargo, Isabel no vivía en el palacio con él, solo era invitada en ocasiones. Isabel era vista como ilegítima sobre todo por los católicos. A pesar de ello era la tercera en orden a heredar el trono. Primero estaba su hermano Edward, quien efectivamente fue coronado en 1547 al morir su padre Enrique. El muchacho fallece 6 años después, quedando María, conocida como bloody mary o maría la sangrienta, a cargo de la corona. Durante su reinado María fue conocida por su crueldad y su fanatismo religioso. Esta reino por cinco años, pues murió a los 42 de una enfermedad que aún se discute.
Luego el parlamento apoyo la subida al trono de Isabel, quien sería entonces Isabel 1 de Inglaterra.
Isabel fue educada del modo que se educaba a los varones de la realeza, hablaba 5 idiomas, sabia de geografía, historia, filosofía, ciencia... Dicen los biógrafos que era una joven muy aplomada y bastante inteligente.
Ella manejó su reino con mucha astucia y se sostuvo en el trono hasta su muerte en 1603. Reino por 45 años durante los cuales Inglaterra floreció en muchos aspectos. Isabel fue mecenas de artistas, apoyaba las bellas artes y las letras, de hecho, William Shakespeare escribió varias obras para ella. Los anos de su reinado se conocen como la era Isabelina o la edad de oro. Ella mantuvo a raya a los invasores y por lo mismo Inglaterra gozo de relativa paz durante su reinado.
La reina Isabel enriqueció a Inglaterra a través de los saqueos que ordenaba, y que eran llevados a cabo por piratas y navegantes de la época. Unos de los mas reconocidos aun son Francis Drake, y Walter Raleigh. Ellos eran hombres inescrupulosos, que atacaban navíos casi siempre españoles, y robaban cuanto había en ellos. Se dice que Walter Raleigh fue quien introdujo el tabaco en la corte inglesa, y las papas también. Además de sus logros como gobernante, Isabel logro crear una imagen fastuosa frente a su pueblo, gracias a sus vestidos, peinados y maquillaje, que se dice era bastante toxico. En su vejez, Isabel tenía la cara carcomida por el plomo y el mercurio, dicen que no tenía dientes ni cabello y que estaba volviéndose loca. Todo esto al parecer por el envenenamiento que ella misma se causó durante años con su maquillaje. Sus hermosas joyas también eran celebres, ella conservo las joyas de su madre, Ana, las cuales atesoraba. Dicen los estudiosos que su joya favorita era un anillo con el mini retrato de su madre dentro.
Por otro lado, hay que hablar también de su faceta oscura, Isabel fue una gobernante dura y a veces despiadada. Si María fue apodada la sangrienta ya que había quemado protestantes por cientos, Isabel tampoco lo hacía mal, bajo sus ordenes murieron muchos que se oponían a la instauración del protestantismo.
Isabel tuvo varios apodos entre su pueblo, uno de ellos era “la reina virgen” debido a que nunca se casó. De virgen nada…ella fue abiertamente promiscua, aunque su gran amor al parecer fue Robert Dudley. Al nunca haberse casado no dejó herederos y por lo tanto la dinastía Tudor murió con ella.
Es cierto que Isabel fue una gobernante amada por su pueblo, pero también fue odiada por otras naciones. Fue una mujer de un carácter fuerte que le venia de familia, pero también hay que tener en cuenta que la tarea que le toco asumir no era nada fácil para una mujer. Si un rey tenía que demostrar soberanía para ser respetado imaginen una reina sola en pleno siglo XVI.